Emprender en el apasionante y complejo mundo de los agronegocios

 
por Juan Leonardo Ramognini

Emprendedurismo y agronegocios se dan cita en las miles de oportunidades que nos entrega nuestra privilegiada geografía. Las posibilidades y potencialidades de un campo no tan nuevo pero de vanguardia son infinitas.-

De más está decir que tratar de llevar adelante cualquier emprendimiento o actividad empresarial en la Argentina de hoy es, como mínimo, muy complejo y altamente desafiante. Casi que podría equipararse con el trabajo de un doble de riesgo, de esos que hacen las tomas más difíciles en las películas de acción donde muchas cosas pueden salir mal. Altas dosis de incertidumbre, de riesgo, de peligro, de adrenalina. Aunque creo que hoy en día quizás un doble de cine tiene más medidas de seguridad y mitigación de riesgos que muchas empresas argentinas que hacen malabares para sostenerse en un mercado sin red de contención.-

Además de las miles de cuestiones de índole económica y financiera que atraviesan todas las empresas, las que se dedican a las actividades agropecuarias tienen, a su vez, una característica adicional que las torna aún más complejas todavía. Una vez que le damos inicio, el proceso productivo no se puede detener. Es ininterrumpible. En cierta forma, no existen estados intermedios. Una vez que echamos la bola a rodar, no hay forma de pararla!! Quizás por eso sea una actividad tan apasionante!!!

Cuando el proceso de producción se encuentra en evolución, trataremos de influir en las condiciones de su desarrollo para que culmine de la manera más exitosa posible. Intentaremos encauzar esa energía productiva pero nunca podremos gobernarla. Nosotros decidimos que, cuando y como sembrar, pero una vez que la semilla está en el suelo, es ella misma quien está llamada a cumplir su destino biológico de ser.-

La mayor dificultad de esta actividad está en el riesgo que corre la inversión pues es un juego a todo o nada. Especialmente en las actividades de producción vegetal, si el proceso de producción se interrumpe, por un evento climático por ejemplo, ninguno de los activos invertidos puede ser recuperado a su estado original para realizarlo económicamente. La semilla ya germinó, el fertilizante ya es parte del suelo, los agroquímicos fueron absorbidos por el cultivo. Hasta que el cultivo no termina su ciclo, no tengo nada. Es más, hasta que no cosecho y logro almacenar los granos de manera segura, no tengo nada.-

Si algo sale mal, y créanme que muchas cosas pueden salir mal, lo único que puedo hacer es intentar minimizar la pérdida tratando de transformar un cultivo malogrado en otro activo que pueda ser utilizable, por ejemplo, para que lo coman los animales. Aun así, nunca recuperaré el valor original.-

Algo parecido sucede con las actividades de producción animal. Una vez iniciado el proceso de gestación, este no se detiene. Una vez nacida la cría, un nuevo proceso comienza y tampoco aquí el productor puede interrumpirlo. El productor se limitará a influir sobre el proceso pero no podrá gobernarlo, pues la componente principal de los procesos son los seres vivos que intervienen en él, ya sean animales o vegetales, que tienen su propio proceso per se.-

Esta es una diferencia fundamental con otros sectores de la producción que, si bien pueden tener que incurrir en costos adicionales, pueden interrumpir sus procesos en cualquier momento para retomarlos luego sin que esta detención o paralización altere el resultado. En el campo, una acción de esta índole genera un cambio irreversible ya que determina la conclusión del proceso. En la producción animal, el animal muere y en la producción vegetal, el cultivo desaparece.-

Queda claro que el productor podría decidir, en determinadas circunstancias, interrumpir el proceso enviando, por ejemplo, vaquillonas preñadas a faena o vendiendo los terneros a otro productor si no pudiera criarlos. Sin embargo, el concepto de ininterrumpibilidadhace referencia al hecho de que no es posible generar stocks intermedios. En el caso de las vaquillonas preñadas, está claro que no es posible detener la gestación cuando la coyuntura no es favorable para retomarla luego hasta concluir el proceso inicial. La gestación dura 9 meses ininterrumpidos. No se puede detener en el mes 6 porque las condiciones del negocio cambiaron y retomarlo luego para completar los 3 meses restantes cuando las condiciones sean más favorables.-

Simultáneamente, mientras nos ocupamos de gestionar todos nuestros procesos productivos, ajustar las variables económicas, financieras, fiscales y regulatorias, el resto del mundo hace su juego y ese juego nos afecta, para bien o para mal, porque el mundo de los agronegocios es el más globalizado de los mundos. Si Trump se pelea con China, nos afecta. Si Europa firma un nuevo tratado comercial con EEUU, nos afecta. Si suben un arancel o ponen una nueva norma de bioseguridad, o de etiquetado de alimentos, nos afecta. Si llueve en Australia o no llueve en Rusia o en Ucrania, nos afecta. Si la población de cerdos de China se enferma, nos afecta.-

También tenés que saber que el campo es una actividad apasionante y llena de vida, una actividad que te desafía todo el tiempo, una actividad en la que todavía hay mucho por hacer y en la que te vas a encontrar con infinidad de productores, técnicos y científicos trabajando en instituciones, tanto públicas como privadas, desarrollando nuevos conocimientos y tecnología para las distintas producciones.-

Sólo se necesita mucha flexibilidad para sortear las dificultades, capacidad de adaptación para navegar en condiciones cambiantes, creatividad e ingenio para para resolver los problemas y resiliencia para seguir adelante a pesar de las dificultades. Si te gustan los desafíos complejos, no dejes de intentarlo!

Juan Leonardo Ramognini 

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