Encuentro con Aesir

 
por Florencia Valese
Ciclo Encuentros en Circular Cowork
Aesir  es una empresa que se dedica al diseño, desarrollo y producción por manufactura aditiva, desde piezas para la investigación y la industria hasta objetos de decoración.
Nos reunimos con Daniel López Fidalgo en Circular Cowork para conversar sobre el abanico de posibilidades que ofrece la impresión 3D. Lo que hace unos años era impensado, ahora aparece como por arte de magia. Te invitamos a leer esta nota para conocer acerca de una tecnología que llegó para quedarse.

Días antes de la entrevista, Daniel nos invitó a conocer las impresoras con las cuales trabaja y no tardó en transmitir su fascinación por los procesos y engranajes detrás del objeto terminado. Daniel tiene una presencia serena. Con su voz cálida y amable, nos introduce al mundo de la impresión 3D de manera directa, sin rodeos. Es team leader de I+D en PUR S.A, gerente de producto en Aesir, ingeniero mecánico y apasionado por el diseño industrial. Su trayectoria se inscribe dentro de la industria del petróleo y del gas, como también en el área de electrodomésticos.

¿Cómo comenzó el proyecto?

Daniel López Fidalgo: Comenzó hace un par de años, mientras yo trabajaba en diseño y desarrollo de productos para terceros. Entre medio empecé a incorporar la impresión en 3D, con una única impresora. En ese momento únicamente la usaba para hacer algún prototipo y que el cliente tuviera una idea de cómo se vería la pieza terminada, más allá de un render o un dibujo, significó poder ofrecer algo en tres dimensiones tangibles. Eso ayuda mucho a entender y vender un nuevo producto, sobre todo con respecto a las geometrías complejas. Entonces ahí empezó el tema de la impresión 3D. Después vino la pandemia y empecé a trabajar en un proyecto en el área de salud, junto con el Gobierno de Argentina y el Gobierno de Paraguay, para desarrollar respiradores. En ese momento incorporé la segunda máquina que permitió, al menos, hacer un prototipo funcional y probar si la idea o el concepto funcionaba. Luego fueron apareciendo clientes que empezaron a querer no solamente un prototipo, sino microproducciones y así empezamos a traer máquinas que tuvieran esa capacidad. Empezamos con una máquina y ahora tenemos 11.

¿Qué es la impresión 3D?

Daniel López Fidalgo: La impresión 3D o la manufactura aditiva tiene una gran diferencia con la manufactura tradicional, que es extractiva. Esta última crea una pieza a través de un sólido, al que se le retira material para obtener la pieza; aquí hay un montón de material que se desecha para obtener, por ejemplo, una botella. Para fabricar una botella, entonces, se necesita una barra y realizar ciertas operaciones de mecanizado para sacar todo el material sobrante. Se parte de un macizo y se obtiene una pieza. Otra forma sería por manufactura rígida, en este caso se necesita una matriz para fabricar un tipo de producto y reproducir las piezas. Más allá de la inversión que generalmente es grande, la producción es totalmente rígida, es decir, con esa matriz se puede fabricar exclusivamente una pieza determinada. La manufactura aditiva, por el contrario, parte de la nada: no existe ni el material en bruto, ni las matrices y así se empieza a llenar un espacio, capa por capa. Primero se diseña, se obtiene un sólido generado digitalmente que existe en tres dimensiones por más de que lo estemos viendo en una pantalla. El propio proceso permite identificar qué zonas tienen una concentración de esfuerzos, dónde se puede llegar a romper o dónde está sobrando material. Permite racionalizar lo que vas a hacer y predecir qué es lo que va a pasar. Luego, se pasa a un programa (Slicer) que levanta las piezas y las segmenta, las corta en capas que conformarán la pieza, de ahí se pasa a la máquina. El producto termina siendo un objeto que se forma por capas, ya sea por deposición láser, por fusión de filamentos (FDM), por resinas fotosensibles, etcétera, el proceso es el mismo. La impresión 3D vino a llenar un hueco, entre la producción en masa y la artesanal que permite flexibilizar el proceso, hacer cambios en la pieza y probarlos durante la producción.

¿Y qué tipo de piezas se pueden realizar mediante la fabricación aditiva?

Daniel López Fidalgo: Lo que existe en nuestro mundo que tenga tres dimensiones, que es el mundo en el que vivimos, se puede replicar. Obviamente no es la panacea, tiene sus limitaciones: limitaciones de costo y propiedades mecánicas. No es que puedo partir de una idea y llevarla directamente a la práctica, sino que esa pieza en realidad tiene que estar preparada para ser impresa. La pieza tiene que estar diseñada de cierta manera para que esto funcione. La manufactura aditiva permite producir casi cualquier objeto. Las máquinas que tenemos acá permiten producir hasta con metales, y  materiales de ingeniería. Desgraciadamente en Argentina todavía no contamos con los talleres de postprocesado (debinding y sinterizado) para fabricar piezas totalmente metálicas, pero es posible que en un futuro cercano contemos con esa posibilidad.

¿Qué rubros abarca la empresa?

Daniel López Fidalgo: Hoy por hoy abarcamos desde la decoración hasta la defensa y pasando por todos los puntos intermedios. En los momentos ociosos, en que no estamos produciendo otras piezas, aprovechamos y nos ponemos a producir objetos de consumo general. Nuestro corebusiness no es la producción de piezas de consumo general, pero el proceso es tan flexible que podemos combinar perfectamente la manufactura de piezas de ingeniería con las de decoración con mínimos cambios de configuración. Lo que más fabricamos son equipos para petróleo y gas, y últimamente estuvimos trabajando en algunos equipos para la defensa. En una oficina o un cowork tenemos montada toda una fábrica.

En ese sentido, ¿cuál sería el valor agregado que propone AESIR?

Daniel López Fidalgo: Nuestro objetivo como empresa no es simplemente ser fotocopiadora en 3D, sino también colaborar con el desarrollo del producto y aprovechar ese lugar que todavía está vacante. Entre medio estamos armando una plataforma para convertirnos en una especie de almacén digital para empresas, sobre todo para la industria alimenticia y farmacéutica. La idea es producir las piezas que consume la línea de montaje, que se hacían mediante el sistema de producción tradicional; fabricarlas mediante manufactura aditiva de manera tal que se puedan producir y hacer los cambios necesarios de manera mucho más rápida. Si funciona al primer intento, bien, y si no funciona, se itera hasta llegar al producto final. Nosotros diseñamos y simulamos con un sistema de diseño paramétrico. A partir de esos diseños hacemos el producto, discutimos con el cliente para lograr el producto final, y entregamos el producto ya sea la producción o el prototipo. A diferencia de otras empresas que se dedican a la manufactura aditiva nosotros le agregamos toda la parte de ingeniería, de esa manera garantizamos que tenga capacidad funcional. Antes nosotros vendíamos puramente la ingeniería de producto o servicios de desarrollo, y ahora estamos entregando la ingeniería y el servicio de desarrollo, más una pieza terminada.

Todo esto que contás solemos asociarlo con avances muy recientes de la ciencia y la técnica, ¿se trata entonces de una nueva tecnología?

Daniel López Fidalgo: Aunque parezca mentira, esta no es una tecnología nueva. Surgió allá por los años 80, pero estos últimos cinco años podemos decir que está madura, y la baja en los costos de producción permitió que se popularice. Actualmente la electrónica es muchísimo más barata, desde que nuestros amigos asiáticos comenzaron a producir en masa este tipo de cosas, la tecnología se ha vuelto accesible. Cuando en la década de los 80 empezó a desarrollarse esto, pasó de ser una curiosidad; algunas universidades habían empezado a trabajar en máquinas que cuando uno las analiza, no son muy distintas que las que se pueden ver ahora. El abaratamiento de costos, que antes mencionaba, hizo que fuera popular, accesible y fácil. Eso hizo que cambiaran muchas cosas. Antes imprimir era algo que estaba reservado a la NASA, y ahora hay muchísimas máquinas a precios súper accesibles que hacen que cualquier persona pueda tener una en su casa.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere animarse a la impresión 3D en casa?

Daniel López Fidalgo: Es muy simple manejar una de estas máquinas, siempre y cuando sea con materiales de uso amigable. El material más simple de usar es el PLA, es un polímero derivado del maíz. Se trabaja bien, se pega bien entre capas, prácticamente no contrae, es muy fácil imprimir con un material de estas características. El único tema que tiene es que es muy sensible a la temperatura; a más de 60 grados las piezas se deforman. Pero es apto para la mayoría de las aplicaciones sencillas que se pueden utilizar para hacer algo hogareño. De hecho, hay un montón de sitios web que tienen una galería de objetos para descargar y directamente con un software (3D Slicer) se puede producir sin saber utilizar un software de diseño 3D: una vez descargado el diseño, se abre en el Slicer -que es casi tan fácil como manejar un procesador de texto- que lo convierte en capas, y luego mediante el Gcode que genera el software se manda a imprimir.

Close

DAY PASS

Would you like to see our space before joining? Come and visit our coworking space. Please fill out the form and our manager will get back asap.