Encuentro con Che3D 

 
por Florencia Valese

Ciclo Encuentros en Circular Cowork

Natán Aizenberg estudió Diseño Industrial en la FADU (UBA) y hoy es Mánager de Marketing en Che3D, una empresa nacional pionera en diseño e impresión 3D.

Allí logró fusionar ambos mundos: su objetivo en el área de Marketing es generar experiencias memorables para las personas, en relación a la marca y los productos que crean. Además, Natán disfruta de la gastronomía, las motos y es amante del café. Como buen investigador de mercados, vincula sus hobbies al diseño de producto para desarrollar soluciones que mejoren experiencias de uso y consumo. En esta entrevista conversamos sobre el surgimiento de Che3D, sus interesantes proyectos de triple impacto social y la reciente alianza con Circular FabLab para continuar democratizando la fabricación de ideas en este espacio

¿Cómo nace Che3D? 

Natán Aizenberg: Todo arrancó hace aproximadamente 8 años en la terraza de Tomás Chernoff con una impresora 3D que le entregó su padre, Jorge Chernoff, una de las primeras impresoras 3D que él mismo trajo a la Argentina. En ese momento, Tomás empezó a hacer prototipos para estudiantes de Diseño e Ingeniería de universidades como la UBA, cuando la impresión 3D no estaba tan desarrollada como hoy, es decir, no existía gente que brindaba ese servicio ni tampoco resultaba accesible comprarse una de esas máquinas. Yo lo conocí, justamente, estudiando Diseño Industrial en la FADU, nos quedamos hablando sobre el tema y entré a trabajar cuando necesitaron recursos para la empresa que él mismo había iniciado. Al principio éramos tres personas. El paso siguiente fue establecernos en una oficina y poner en práctica dos modelos de negocios. El primero fue dar servicios de impresión 3D a gente que quisiera prototipar o fabricar objetos y el segundo fue la venta de impresoras 3D. De hecho, hemos desarrollado nuestro propio modelo de impresora 3D en un momento donde en Argentina no se podía importar y vendimos más de 200 equipos. De a poco fuimos creciendo, dándole cada vez más servicios a las empresas interesadas en esta tecnología. 

¿Cuál es su actividad principal actualmente?

Natán Aizenberg: Nuestro objetivo como marca es democratizar la fabricación de ideas, eso significa que queremos que todo el mundo pueda concretar sus proyectos. Entonces, a las empresas les damos servicio para poder fabricar sus necesidades y a las personas les proveemos las herramientas para materializar sus ideas. Tenemos un departamento de diseño y desarrollo donde contamos con seis diseñadores industriales e ingenieros, operando todo tipo de solicitudes de cualquier rubro: desde arte, donde trabajamos con Marta Minujín, hasta piezas de un satélite que va a ir al espacio; o la estatua de Diego Maradona que está hoy en Ezeiza. También hemos mandado impresoras 3D a la base Marambio en la Antártida para que puedan fabricar sus soluciones in situ, ya que  es muy costoso enviar las diversas herramientas que ellos van necesitando. Lo que permite una impresora 3D es entender una problemática, diseñar una solución y fabricarla en cuestión de horas. Entonces ¿qué mejor que tener en la Antártida una impresora 3D para poder fabricar todo tipo de soluciones? Lo que hacemos es diseñarles a distancia el objeto y ellos lo materializan allí, es una especie de lógica de teletransportación: se diseña el archivo en un lugar en un segundo se lo fabrica en otro. 

¿Cómo funciona esta tecnología?

Natán Aizenberg: Es interesante ver cómo esta tecnología puede generar innovación en el rubro donde se la utilice. Gracias al diseño en software de objetos, se pueden generar muchos ensayos físicos para predecir cómo se comportará la pieza una vez fabricada y así poder desarrollar piezas más precisas y funcionales. En definitiva, se acelera muchísimo el período iterativo de diseño porque se optimiza de antemano, obteniendo así mucha información de las características y posibilidades de la pieza. Luego se imprime y en el caso de que no encaje, se mejora, se vuelve a imprimir y ya está. Es un proceso que antes duraba meses o años a la hora de fabricar. Hoy podés tener una impresora en tu casa y en dos días tener la pieza lista para fabricar y publicar por redes. A la hora de emprender no se necesita generar un stock, ya que se puede diseñar cada producto, sacarle fotos y colocarlas en un ecommerce para fabricar a demanda.  Por ese lado, ambientalmente es muy positivo porque no se produce de más sin saber cuánto se va a vender y cuánto desecho se genera. Incluso se utiliza sólo el material específico que se necesita, el desecho en esta tecnología es mínimo y se puede reutilizar. La lógica es sustentable.

¿Cuáles son sus beneficios en relación al tipo de producción tradicional?

Natán Aizenberg: Lo que sucede con el tipo de producción tradicional es que las personas tienen que adecuarse a sus estándares, en vez de que el producto se adecúe a la persona. Lo que permite esta tecnología de fabricación digital es que nos dejemos de acomodar a los objetos y estos acomoden a nosotros: generar soluciones específicas para cada persona, muy distinto a los métodos tradicionales de fabricación que se tienen que restringir a un molde y producir de manera masiva. Con esta tecnología se puede desarrollar una pieza específica y exclusiva para ese problema. Entonces hay un montón de nichos, que antes estaban descubiertos porque comercialmente eran pequeños y no eran rentables, que hoy con la impresión 3D pueden ser muy interesantes para emprender. La impresión 3D hace 8 años era muy costosa pero los precios fueron bajando. De hecho, la gente está comprando impresoras 3D y buscando esos nichos porque existen infinitos. 

¿Podrías contarnos más acerca de los proyectos de triple impacto social que están llevando a cabo?

Natán Aizenberg: Hace poco trabajamos en un proyecto muy interesante para Popis, una niña con síndrome de Down, a quien no le calzaban bien sus anteojos debido a la problemática que suelen tener las personas con este síndrome en el tabique. Sus lentes se le caían. Entonces nos llamó su madre preguntándonos si podíamos desarrollar algún tipo de solución que se adapte a Popis y obviamente le dijimos que sí. Primero escaneamos su rostro para tener el archivo digital de su cara y en base a eso diseñar los anteojos que mejor les funcionen. A la inversa de lo que encontramos en la industria de los anteojos, donde uno se tiene que adaptar a los tamaños estándar: small, medium, large que se corresponden con tres moldes y los fabricantes producen en esos términos. Otro proyecto en el que estamos trabajando es Rex, una máquina que tritura plástico de PET (botellas), donde cada persona podrá tirar su botella en diferentes puntos. Las vamos a distribuir en empresas que estén interesadas en mejorar su huella ambiental y los trabajadores podrán dejar sus botellas y obtener créditos. También queremos instalarlas en el espacio público y en algunos estadios grandes como en River o en festivales como el Lollapalooza. Por otro lado, estamos trabajando con un cirujano que desarrolló una nueva técnica para hacer costuras en operaciones de corazón abierto en conjunto con nosotros, para mejorar la cicatrización de la operación en un 90%, lo que hace que la internación sea mucho más exitosa.

¿Cuál es el valor agregado de Che3D?

Natán Aizenberg: Nosotros somos precursores, logramos una colonización de impresión 3D en Argentina. Fue un trabajo muy arduo que hicimos en redes, en medio de prensa, programas de televisión donde hoy, ya se puede hablar de impresión 3D y la mayoría conoce. Hoy somos un equipo de 25 personas, tenemos un departamento comercial, otro de diseño y desarrollo, de posventa, administración y otro de marketing donde no sólo impulsamos a los emprendedores y a las empresas sino que también los ayudamos a crecer y a poder comunicar sus proyectos. Los acompañamos en todo el proceso de generación de sus ideas. 

¿Cómo surgió la alianza con Circular?

Natán Aizenberg: En principio fue una búsqueda de ellos para comenzar a gestar una red de comunidad maker en sus espacios para desarrollar ideas en el FABLAB. Dado que el cliente tipo de Circular son startups y emprendedores, que estas personas se vinculen y que puedan tener más herramientas para desarrollar sus objetivos son las motivaciones principales de la dirección del cowork. Circular nos contactó por ser nosotros una de las empresas precursoras, más grandes y mejor posicionadas en el país, que nos apoyamos en impresión 3D para todo con una granja de 100 impresoras trabajando en simultáneo. Esta alianza lo que busca es poder comunicar y difundir estos saberes y las técnicas para que más personas puedan hacerse de las herramientas y potenciar su trabajo. Hacerlo en un cowork tiene sentido a la hora de presentar propuestas diversas y colaborativas. Lo importante para nosotros es animar a las personas que muchas veces tienen ideas pero no dan un paso para concretarlas, invitarlos a que puedan llevar a cabo su búsqueda de emprender. Es muy interesante apoyarse en esta tecnología para poder hacerlo. Nuestro granito de arena para que se puedan generar más emprendedores, más salidas laborales con esta educación del futuro porque son todas las herramientas que a partir de ahora van a ir creciendo y es muy importante formarse para poder utilizarlas. 

Circular está apostando a promover una visión de ciencia y tecnología ciudadana, abierta y colaborativa, en ese marco de democratización de los espacios de creación y desarrollo de innovaciones ¿qué proyectos están gestando en conjunto?

Natán Aizenberg: Nosotros acompañamos esta visión de Circular desde nuestra expertise, con cursos de modelado 3D, impresión 3D, robótica y electrónica en el FabLab de Circular, un laboratorio de fabricación digital que cuenta con máquinas de corte láser, impresoras, computadoras, etc. Es un espacio de taller abierto que permite experimentar, hacer maquetas y producir ideas. Lo que pretendemos es no sólo formar emprendedores en diseño, fabricación 3D, robótica y electrónica, sino que generen soluciones para su territorio que tengan impacto social. La idea es que la gente traiga problemáticas que vean en el día a día en su entorno y pueda llevar estas ideas al prototipado de soluciones e impulsarlas para generar un cambio positivo. Para esto generamos eventos llamados “hackathones” donde las personas se organizan en equipos y trabajan sobre ideas de triple impacto por retos o desafíos que tienen que resolver en un tiempo determinado. Las mejores soluciones van a ser impulsadas por Circular para ser aplicadas en Nordelta. Generamos comunidad, desarrollamos cursos y capacitaciones y las hackathones para poder implementar soluciones a problemas reales. Somos dos empresas con mucha energía y tracción y tenemos las herramientas para hacerlo. Estamos muy contentos de poder emprender este camino en conjunto.

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