Martín es delgado y transmite seriedad cuando habla. Reconozco esa postura que te da la docencia. Junto con su Mac, apoya sobre la mesa una billetera de cuero negro. Para romper el hielo, le pregunto si es la Cryptowallet y nos reímos. Martín es co-founder y COO de Digas Capital, es Licenciado en Marketing por la UCES, MBA en Direccion de Negocios del IAE y Coordinador de la Diplomatura de Blockchain y Criptomonedas en la Universidad del CEMA. Ama los deportes, juega mucho al tenis y, cuando puede hacerse el tiempo, le gusta cocinar.
Nicolás tiene una gran sonrisa, habla con mucha claridad y seguridad. Está interesado en saber dónde se publicará la entrevista. Le contesto que la circulación en las redes sociales sabemos dónde empieza, pero no dónde va a terminar… ¿como el mundo cripto?, se me ocurre pensar. Nicolás es co-founder y CFO de Digas Capital, es Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, le apasiona andar en moto y su desayuno preferido es compartir un café con leche con medialunas con su hijo, mirando el mar.
La charla empieza llevándolos a los inicios de su proyecto y termina con una invitación, en el medio, Martín y Nicolás nos van iluminando ese mundo que, de escondido y oculto, sólo le ha quedado la etimología.
¿Cómo empezó el proyecto de Digas Capital?
Martín Arroyo: Comenzamos a fines del 2020, tenemos un poco más de un año de vida, que no es tan poco en el “mundo cripto”, porque es un mundo muy nuevo, en el que pasan muchas cosas muy rápido. En nuestra empresa, los socios mayoritarios son Ariel Scaliter, quien es director del área de Blockchain y Criptoeconomía de la Universidad del CEMA, en la cual yo también soy coordinador y profesor, y Eduardo Novillo Astrada que es el CEO de Agrotoken, un proyecto argentino de tokenización de commodities agropecuarios, el primero en su tipo en el mundo, que utiliza la tecnología blockchain, algo muy disruptivo. Digas Capital es una empresa del mismo grupo que surgió de una necesidad que identificamos en el mercado financiero local. En Argentina, cuando uno quiere comprar, por ejemplo Bitcoin en algún exchange de los más conocidos a nivel mundial como Binance, no aceptan transferencias, ni tarjetas de crédito de bancos argentinos, debido a las restricciones cambiarias, entre otras cosas. Entonces, la única forma que tiene un argentino de comprar criptomonedas es a través de los exchange locales, donde sólo puede hacerlo en pesos y los montos que pueden invertir son muy bajos. Si un inversor de perfil de banca privada, quiere comprar 10 mil, 15 mil o 20 mil dólares en bitcoin, no lo puede hacer a través de la página de los exchange locales. Entonces ahí aparecen las OTC, la sigla quiere decir Over The Counter, que serían como el equivalente a los agentes de bolsa, pero que en lugar de comprar y vender acciones, bonos, etcétera, compra y vende criptoactivos. Vimos esa necesidad de mercado y así fue como nació Digas Capital.
¿Las OTC son operaciones legales en nuestro país?
Martín Arroyo: Sí, se trata de operaciones bancarizadas, en las que el cliente puede comprar o vender criptomonedas desde su cuenta bancaria, incluso desde su teléfono móvil, son operaciones desde 5 mil dólares o 500 mil pesos hacia arriba, 100% legales.
Dado que se trata de operaciones completamente digitalizadas, ¿cuál es la tecnología en la que se apoyan las criptomonedas o la criptoeconomía?
Lo que está atrás de las criptomonedas es la tecnología blockchain que excede lo estrictamente financiero, que sería comprar y vender criptomonedas para lograr una ganancia con el intercambio. Es una tecnología disruptiva que trae consigo la posibilidad de transformar las cadenas de valor y los procesos industriales. Hoy en día, nosotros interactuamos con robots todo el tiempo, cuando pedís un Uber, cuando ves Netflix, cuando reservás en Airbnb, pero ¿qué control tenemos nosotros de esa interacción? Por ejemplo, si una película está calificada con cinco estrellas ¿podés afirmar cómo llegó a obtener esas estrellas? ¿porque votaron los usuarios? ¿porque la plataforma o la productora quieren promocionar esa película? No podés saberlo. La tecnología blockchain, en cambio, permitiría mostrar para toda la comunidad cómo y de dónde surgieron las estrellas que obtuvo la película. Es una tecnología que viene a traer transparencia, trazabilidad a las operaciones digitalizadas, porque todo lo que se registra en blockchain es inalterable. Los especialistas han anticipado que es una tecnología cuya adopción irá en alza, porque las empresas que tengan sus procesos en blockchain van a ser más confiables, más transparentes, que las empresas que no los tengan.
Al hablar de tecnología, comúnmente se da por sentado que se trata de procesos neutrales, sin embargo, vos hablás de confianza, de transparencia, o sea, de valores, ¿cuánto pesan estas cuestiones en las finanzas?
Nicolás Filippini: La confianza como en todo proceso financiero es indispensable. Por un lado, hay un tipo de confianza que vos me podés tener a mí, y, por otro, la confianza en el sistema o que el sistema puede brindar. Si empezamos a hablar de la confianza entre las personas, lo que viene a hacer el blockchain es eliminar las brechas de confianza. Por ejemplo, es lo que hace un escribano cuando certifica una operación, la hace confiable. Esto es lo que hace la tecnología blockchain: acerca las partes en la confianza en la operación sin necesidad de intermediarios, porque los intercambios son inalterables. Hoy por hoy, ser una empresa seria quiere decir ser una empresa confiable.
En este marco de negocios que enlaza una tecnología de innovación con un valor moral tan tradicional como la confianza, ¿cómo trabaja Digas Capital?
Martín Arroyo: En Argentina, si hay algo que no tenemos es confianza en la moneda local; nadie confía en el Peso, queremos huir del Peso y buscar monedas más confiables, como el Dólar. Pero el Dólar está teniendo problemas de inflación importantes, la tasa de inflación anualizada fue del 7,5%, una cifra altísima para los Estados Unidos. Entonces, las criptomonedas aparecen como un refugio de valor para que no se desvalorice el capital. Acá es donde volvemos al tema de la confianza, porque la gente no sólo confía en la tecnología, sino que también confía en el valor y en la proyección de esa moneda, lo cual le da un precio de mercado. Esto ya está pasando mucho localmente, hay mucha gente dolarizando sus ahorros a través de las criptomonedas.
¿Cómo puede transformar nuestra cotidianeidad la adopción de esta tecnología de manera masiva?
Nicolás Filippini: No pienso que vaya a cambiar tanto la cotidianidad de la gente, porque la revolución digital ya la tenemos, el hecho de pagar con MODO, con Mercado Pago ya lo adoptamos, estamos usando cada vez menos dinero físico para transaccionar. Mi papá y mis abuelos ya pagan por home banking. Entonces esa base de lo digital ya está. Y para transaccionar criptomonedas no necesitás más que un celular, bajarte una aplicación y en vez de enviar Pesos en Mercado Pago, mandas criptomonedas. Creo que la adopción pasa más por la confianza en el sistema, tener el conocimiento de cómo funciona la tecnología detrás del mundo cripto. Lo que creo que sí va a cambiar es la vida de la gente en relación con las finanzas descentralizadas, porque las criptomonedas vienen a democratizar las finanzas. Hoy en día, para una empresa, solicitar un crédito en un banco puede llevarle horas eternas de presentación de papeles, garantías, etcétera y aún así puede que nunca lo logren. En el mundo cripto, vos entrás en la aplicación y podés pedir un crédito de manera instantánea dejando tu cripto como colateral, o podés prestar tu cripto a cambio de una tasa de interés. Todo eso con un celular. Esto sí cambia la vida de la gente de manera fuerte y, en mi opinión, a favor.
Martín Arroyo: Es cierto que estamos acostumbrados a pagar con MODO o Mercado Pago, pero cuando tenés que mandar dinero a alguien que está en otro país las cosas no son tan fáciles. Las criptomonedas permiten operar a nivel transnacional porque no hay jurisdicciones y también permiten la inclusión de mucha gente que está fuera del mercado financiero. Países como Kenia o Filipinas, donde la gente de a pie no puede acceder a tener una cuenta bancaria, pero sí a tener un smartphone, se puede bajar una aplicación y puede operar criptomonedas y realizar transacciones con otra persona que está en cualquier otra parte del mundo. Es mucho más inclusivo que lo que conocemos actualmente como el mercado financiero tradicional.
Y en este mundo de la criptoeconomía, ¿Cómo se posiciona Digas Capital? ¿Qué valor agregado propone?
Martín Arroyo: Nuestro Core Business es la operación de compraventa de criptomonedas en OTC. Cualquier persona a través nuestro puede ingresar al mercado de las cripto o salir, si quisiera volver a Pesos o Dólares, operando desde sus cuentas bancarias de manera totalmente legal. Acompañamos a nuestros clientes en todo el proceso, eso es muy importante, porque hay mucho por aprender: desde saber qué wallet bajarte al celular, cómo se instala, cuáles son las normas de seguridad que tenés que considerar, cómo comunicar la información necesaria para las transacciones. Otro valor agregado es que ofrecemos oportunidades de inversión, relacionadas con la tecnología cripto, en el mercado inmobiliario. En nuestra página web están detalladas estas opciones, dos de ellas son en España. Esto es lo que permite la tecnología cripto, podés invertir de manera totalmente legal en un proyecto inmobiliario y recibir los intereses equivalentes a un alquiler del valor de allá, que son mucho más altos que los alquileres en nuestro país. Tenemos un acuerdo con estas dos empresas con representación exclusiva en Argentina y comercializamos sus productos, los elegimos porque es una manera de ofrecer una inversión que, si bien se hace a través de las criptomonedas, tienen un respaldo de la economía tradicional, como lo son las operaciones inmobiliarias.
¿Por qué un inversor eligiría Digas Capital?
Nicolás Filippini: Porque somos una empresa que busca que las inversiones sean fáciles, seguras, con un marco de confianza. Nos sentamos con el cliente, nos tomamos un café, tenemos 10 reuniones. Buscamos relaciones a largo plazo, relaciones de confianza, manejamos nuestros teléfonos personales y nos escriben 24/7. Pero nuestra actividad no se reduce a la compraventa de criptoactivos, sino que apostamos fuerte a la formación. Es un marco que nos permitió ganar confianza de parte de los clientes, nos permitió salir de la red de “friends and family” y llegar al segundo y al tercer contacto. La confianza es un valor preponderante, por eso apuntamos a brindar una capacitación constante sobre todo el proceso, de los riesgos que corre el cliente, de las opciones que tiene, ese es el valor agregado de Digas Capital. Al tener un perfil de banca privada, tenemos grandes inversores o individuos de alto patrimonio que intentan diversificar su cartera. Buscamos opciones de inversión para nuestros clientes en criptoactivos, pero con la remembranza de las finanzas tradicionales, que ellos puedan unir “invierto” con “está acá”, entonces somos puentes que unen esos dos mundos.
Aprendí mucho y me surgieron muchas más preguntas sobre este tema, realmente interesante. Les consulto si van a volver con el ciclo de charlas educativas que realizaron el año pasado en Circular Studio.
Martín Arroyo: Nuestra idea es retomar las charlas educativas en breve. Todos los webinar del año pasado están disponibles en nuestra página web y en el canal YouTube de Circular. Son charlas de distintas temáticas, sobre todo introductorias que se pueden ver por la web, pero por supuesto pueden sumarse al nuevo ciclo que lo haremos presencial. Las charlas son abiertas y gratuitas, dictadas por profesionales. Lanzaremos la invitación a la Comunidad Circular apenas larguemos con el nuevo ciclo.
¡La invitación está hecha! Allí estaré con más preguntas.
