Los eSports, entre industria, competencia y juego, una actividad en crecimiento

 
por Rodrigo X. Ruiz Menna

En sentido literal, eSports significa “deportes electrónicos”; intuitivamente puede pensarse en un torneo de FIFA, y esa imagen no estaría mal en lo absoluto, pero sería como tapar el bosque con el árbol. En los eSports hay una convergencia de marcas, plataformas, empresas y tecnología que complejizan bastante más su entendimiento.

Los eSports son una industria global que en 2020 movió 947 millones de dólares y se espera que crezca en 1.600 millones para 2024; en Argentina es una escena joven, hay muchos aspectos por fortalecer en su cadena de valor, que pueden ser oportunidades de crecimiento. Veamos algunas cuestiones básicas, por ejemplo, qué es un jugador y un equipo en los eSports.

Los jugadores son el rostro de los eSports y el gran punto de contacto con las audiencias. Cualquier individuo participando en competencias a través de un dispositivo electrónico, es un jugador de eSports, pero los números hacen la diferencia entre estrellas y novatos; como cualquier circuito competitivo profesional, se deben tener buenos puntajes y ganar torneos.

A diferencia de los deportes tradicionales, se espera que los jugadores, además de jugar y ganar, también sean generadores de contenido audiovisual, transmitan sus partidas e interactúen con su audiencia. El carisma puede ser un gran diferenciador entre ser sólo un buen jugador y una estrella de los eSports.

Para generar ingresos, los jugadores pueden recibir un feed de la plataforma en la que transmiten, recibir donaciones de sus fans, hacer canjes o promoción de marcas, y obviamente, cobrar los premios de los torneos. Un jugador profesionalizado puede ser reclutado por un equipo, y según el tipo de contrato, hasta cobrar un sueldo mensual.

La performance de un jugador o su popularidad se encuentran operacionalizadas, digitalizadas y medibles por los propios juegos y distintas herramientas de medición de datos, por lo que el proceso de scouting está prácticamente automatizado. La dificultad se traslada a la puja en las contrataciones, ya que, sin importar donde se encuentre, un jugador con buenos ranking o base de seguidores, podrá recibir ofertas de distintos países. No es inusual que jugadores argentinos sean reclutados por equipos de México, Europa o inclusive Asia, por una compensación en dólares.

Los equipos de eSports son emprendimientos que se ocupan del management de los jugadores que representan y articulan las relaciones entre sponsors, torneos y plataformas. En un equipo, trabajan profesionales que se ocupan de manejar contratos, logística, marketing, y sobre todo, mejorar el rendimiento. Los jugadores tienen servicios de salud y atención psicológica, pero también sesiones de entrenamiento.

El gaming podría desarrollarse únicamente por medios virtuales, sin embargo, existen los bootcamps: eventos presenciales de perfeccionamiento en el arte de jugar. Suelen ser organizados por equipos, aunque los hay también independientes, y su duración puede ser hasta de varios días. Se llevan a cabo en game centers o game houses.

Un game center es como una fusión entre cyber, club y coworking, pero equipado con computadoras, teclados y todo lo necesario para jugar. Una game house es similar, pero es propiedad de un equipo y puede contar con dormitorios, ya que están orientadas a que los jugadores mantengan una rutina de entrenamiento y, por tanto, convivan durante algún tiempo.

Es importante destacar que si bien la organización de un equipo es como la de una empresa, no deja de ser una comunidad: grupos de facebook, servidores de discord y otras plataformas aúnan la participación de los fans. En ellas no sólo se conversa y se comparten memes, también se organizan eventos y convocatorias para alentar a jugadores en los torneos. Los moderadores de las comunidades suelen trabajar mucho en pos de generar un sentido de pertenencia, lo que desemboca muchas veces en rivalidad con otros equipos.

Las formas en la que los equipos se financian es similar a la de los jugadores: hay una sinergía clave entre el éxito de los jugadores y los equipos, es muy común que un equipo sea iniciado por un jugador veterano.

Torneo en Gamergy en el 2022 en Tecnópolis

Por supuesto, no habría equipos sin torneos, el corazón de la escena. Los torneos son eventos estacionales en los que se disputa el prestigio de los equipos y se resuelven las expectativas de sus fans. Por lo tanto, es donde ocurren los picos de audiencia que convocan a los sponsors, quienes inyectan el dinero en la escena.

Cada torneo por sí mismo es una institución cuya convocatoria y prestigio habrá de variar según la trayectoria, el o los juegos en los que se compita, los equipos que participen y un tanto de variables más, pero una claro indicador de importancia es el valor del premio, que han llegado a valores de 40 millones de dólares.

Si bien los torneos son casi tan antiguos como los videojuegos mismos, el nivel de relevancia que han cobrado en los últimos años se ha potenciado al punto de transformar la industria de los videojuegos. Los publishers de videojuegos que son los dueños de las IP y quienes financian su desarrollo, en un principio se toparon con que los eSports alargaban la vida en el mercado de sus juegos y generaban nuevas fuentes de ingreso. No son pocos los publishers que se volcaron por completo a los juegos competitivos online y que se han convertido en organizadores de torneos.

Por último, la espina dorsal de los eSports son las Plataformas de contenido. Son pocas, pero muy relevantes, y su economía es altamente compleja. Quizás en otro artículo nos ocupemos de ellas. Si bien exceden a los eSports, las plataformas muestra un interés creciente por la actividad. Twitch y Yotube son las más importantes, pero otras plataformas más pequeñas ya están disputando un lugar en el mercado y pujan por contratos de exclusividad con jugadores, equipos o torneos.

En conclusión, un ojo desatento vería a niños y adolescentes aislándose en pantallas y videojuegos, sin embargo, hay comunidades creciendo, empujadas por jóvenes emprendedores que ya comienzan a cosechar los frutos del éxito, aunque aún necesitan de la experiencia de otras industrias para continuar escalando. Sólo falta el match.

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