Realizó diversos posgrados como un MBA en el IAE, una Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE, y una Maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Chicago. Ha trabajado en universidades, en recruiting educativo a nivel internacional, en compañías editoriales enfocadas en educación y en el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, es CEO y cofundador de CircusEdu, una empresa que se especializa en implementar plataformas y metodologías innovadoras en el sistema escolar. Además, es padre de cuatro hijos.
En esta ocasión, conversamos con Juan sobre areabeta, un proyecto que comprende una oferta educativa de vanguardia en el marco de un ecosistema emprendedor y de negocios innovador, situado en el futuro Centro de Nordelta.
¿Cómo surge areabeta?
Areabeta nace de la necesidad de completar su oferta en educación superior en el territorio de Nordelta. En 2019, me consultaron sobre la viabilidad de que una universidad se estableciera en Nordelta. Durante los siguientes tres meses, analicé la situación de la educación universitaria en Latinoamérica, incluyendo rankings, la situación específica de Argentina, y el papel de la CONEAU en la regulación educativa universitaria. Mi recomendación fue que, para crear un concepto duradero en Nordelta, deberían considerarse múltiples factores, como el equilibrio trabajo-vida y el interés creciente en formaciones educativas flexibles. Durante la etapa inicial del proyecto, nos enfocamos en definir características, actores relevantes y buscar referencias internacionales. Elaboramos un documento que presentamos a expertos en educación superior, buscando validación. La pandemia interrumpió algunas de nuestras conversaciones. Aunque esto representó un obstáculo, como para todo el mundo, también reafirmó nuestras hipótesis sobre el camino que estábamos emprendiendo: conformar un ecosistema de actores en torno a un proyecto educativo innovador y provocador.
¿Podés desarrollar esta idea de ecosistema?
Areabeta se concibe como un concepto y también como un espacio físico tangible destinado a ser un epicentro de creatividad y colaboración donde se encuentren distintos tipos de actores. El diseño central de este proyecto se compone de oferta universitaria, espacios maker y centros de investigación. Alrededor de este núcleo, hay emprendedores y otros actores, como empresas y ONGs, en un ambiente con una fuerte presencia de la cultura joven y valores centennials como la flexibilidad, la hibridación o el cuidado del medioambiente. El propósito de areabeta es ser un laboratorio para prototipar las carreras del futuro, adaptándose a industrias emergentes relacionadas con fabricación digital, robótica, inteligencia artificial y temáticas afines. Nordelta ofrece un vasto territorio de experimentación, desde testear movilidad autónoma hasta proyectos de IoT en colaboración con empresas como Telecom, por lo cual, se vuelve el lugar ideal para instalar este tipo de proyectos conceptualmente de vanguardia. Imaginate a diez mil jóvenes de areabeta moviéndose en sus monopatines eléctricos y ocupando espacios, departamentos, talleres, oficinas, sittings al aire libre. Esta dinámica transformaría el paisaje visual, evocando ambientes como el Silicon Valley, pero en un contexto territorial distinto.
Dado que el proyecto propone nuevas formas de producir, nuevos roles laborales y nuevas relaciones sociales ¿se trata de un nuevo diseño de sociedad?
Exactamente, es un metadiseño. Areabeta tiene como principal motor el espíritu de los centennials. Si diseñamos un espacio en el que un joven se sienta comprendido y estimulado, automáticamente nos lleva a ser coherentes con aspectos ecológicos y sostenibles. A diferencia de lugares como Disney, donde la gestión de residuos está oculta, aquí todo será transparente. Al actuar así, estamos redefiniendo la sofisticación, que pasa de estar basada en la posesión a estar anclada en la experiencia. Buscamos irradiar vida constantemente. No solo queremos atraer a jóvenes emprendedores, sino que también aspiramos a definir nuevas formas de sofisticación basadas en las prioridades de la juventud actual. Para ellos, la esencia ya no radica en ser o no ser, tampoco en tener o no tener, sino en “estar” o “no estar”. La idea es que areabeta se convierta en un lugar con vitalidad constante, ofreciendo experiencias continuas, por ello, la infraestructura de este espacio contará con un sector central que será un punto de encuentro y actividad, enfocado en esta generación.
¿Qué caracteriza a este joven centennial al que te referís?
Para mí, el joven centennial se caracteriza por su deseo de participar activamente en una comunidad que valora la creación colectiva. Esta motivación trasciende las barreras socioeconómicas. Por ello, en Nordelta queremos que areabeta sea un espacio inclusivo y abierto. Hemos entablado un diálogo con representantes del municipio de Tigre para garantizar esa diversidad. Areabeta no será solo un grupo de edificios en Nordelta; con el tiempo, su influencia se extenderá más allá. En un futuro, un depósito abandonado cercano podría convertirse en una planta de fabricación digital, facilitando que quienes innovan en este espacio lleven sus ideas al mercado de manera rápida y eficiente.
¿Cuáles son los actores institucionales con los que están dialogando para participar del proyecto?
Hasta el momento, hemos formalizado la participación de la Universidad de San Andrés, lo cual anunciamos en un evento reciente, y hemos dialogado con más de 20 universidades, incluyendo instituciones europeas. Desde nuestro FabLab, que actualmente funciona en Circular Innova, se estableció un acuerdo con el ITBA para llevar adelante formación certificada en inteligencia artificial.
¿Qué referencias fueron claves para idear el proyecto?
Una fuente de inspiración fue Ruta N, un distrito educativo y tecnológico ubicado en Medellín, Colombia. Sin embargo, dos diferencias clave distinguen a areabeta de Ruta N: nuestro proyecto da mayor relevancia a la presencia de instituciones de educación superior y el gerenciamiento es privado, no público. Otra referencia fue The Monopole of the People, ubicado en Berlín, tiene similitudes conceptuales con areabeta, aunque en menor escala respecto a nuestro aspiracional. Nuestro proyecto en Nordelta tiene la ventaja de contar con un vasto territorio para experimentación.