Encuentro con Marcos Buccellato

 
por Gloria D'Alessio

Ciclo Encuentros en Circular Cowork

Marcos Buccellato es el actual director de Circular Cowork. Marcos tiene 47 años, es un especialista y practicante de artes marciales y un apasionado por la innovación.

Es Licenciado en Antropología Social y Cultural, aunque su trayectoria formativa es de lo más heterogénea, incluyendo desde las ciencias exactas como la física, las ciencias sociales como la economía y la antropología, las humanidades como la filosofía, hasta disciplinas emergentes como la estrategia contemporánea, las ciencias sociales computacionales y la ciencia de datos. En esta entrevista nos cuenta sobre los inicios del proyecto de Circular, el impacto de la pandemia, los cambios que se llevaron adelante durante el 2022 y los proyectos futuros para el espacio. 

¿A qué te dedicabas antes de ser director en Circular?

Marcos Buccellato: A fines de los años noventa, empecé a trabajar en desarrollo de software, colaboré en algunos proyectos .com importantes, hasta que en el 2004 fundé una consultora con IBM como principal partner e importantes empresas del país como clientes. En paralelo estudié muchas cosas y actualmente sigo dedicando mucho tiempo al estudio, soy alumno de la maestría en ciencia de datos de la Universidad Austral y del doctorado en Antropología Social de la Universidad Nacional de San Martín.

¿Cómo fueron los inicios de Circular?

Marcos Buccellato: El proyecto de Circular tenía como eje formar un espacio de intercambio y de desarrollo de actividades ligadas al mundo del emprendedurismo, apuntaba a ser algo más que un cowork. Y eso tiene que ver también con el lugar donde se emplaza: un centro comercial. Por un lado, había mucha disponibilidad de metros cuadrados para aprovechar, y por otro lado, el paradigma de los centros comerciales que había crecido en los 90’ ya estaba empezando a declinar en los países del primer mundo y esa ola iba a llegar tarde o temprano para acá. Esto llevó a pensar en integrar un proyecto como un cowork, un espacio donde la gente viene a trabajar y a hacer negocios, en el marco de un centro comercial, como una cuestión original. Circular fue el primer cowork en Argentina armado desde este concepto. La aspiración era que no sólo fuese un lugar donde la gente viniese a trabajar, sino  que también viniera a formarse, a vincularse con tecnologías innovadoras, fuera de los tracks tradicionales de formación, eso fue lo que desarrollamos en el área Academia de Circular. La idea era mostrar aquello que no se puede aprender fácilmente en otros lugares. El concepto incluía también un espacio de incubación de empresas que estuvieran en esa línea. Entonces el proyecto completo involucraba tres ejes: el espacio de Coworking, un espacio de formación amplia y heterogénea para integrar saberes diversos, y el espacio de incubación que iba a permitir a las empresas que surgieran el acceso a las herramientas e incluso la financiación para poder avanzar y desarrollar los proyectos. Esto se desarrolló del 2018 hasta el 2020. Al estar ubicados en Nordelta, nosotros queríamos lograr un espacio urbano, es decir, un lugar con acceso a restaurantes, servicios y locales como en plena city, pero en un espacio suburbano como en Nordelta. Mientras este proyecto se llevó adelante, yo estaba concentrado en la parte de Academia nada más, hicimos una partnership con Digital House para el dictado de diferentes cursos, con la Universidad de Palermo para traer el programa de eSports y con otros partners que aportaron formación en robótica, electrónica y programación. 

¿De qué manera impactó la pandemia en ese proyecto?

Marcos Buccellato: no nos impactó tanto en el alquiler de espacios, porque los clientes fueron bastante fieles, conservaron los espacios y continuaron pagándolos, aunque sí impactó muy fuerte en el área de Academia, porque los partners que teníamos para la formación cambiaron su modelo de negocio, pasando al elearning. Como sabemos, las aulas se cerraron durante la pandemia y ellos encontraron otro modelo de negocio, incluso les permitió establecerse en otros países con más éxito que acá. Entonces el área Academia llevada adelante en un lugar físico como en la prepandemia, o incluso bajo una modalidad híbrida, se empezó a complicar un poco, era difícil conseguir partners de calidad. Nos dimos cuenta que como negocio en sí, más allá de nuestro anhelo, había dejado de ser atractivo, o por lo menos en ese formato presencial, entonces había que repensar el proyecto Academia de Circular. 

¿Cómo fue el retorno al Cowork luego de la pandemia?

Marcos Buccellato: Cuando volvimos de la pandemia, la gente volvió rápidamente a las oficinas y hubo una presión muy grande por ocupar más espacios. Tomamos más metros cuadrados, hicimos una obra en la que habilitamos todo un área nueva, aumentamos la densidad de puestos de trabajo y aún así el Cowork se encuentra completo y con mucha demanda de espacios, con gente que está en espera para sumarse a Circular. Así que cuando salimos de la pandemia nos concentramos más que nada en el área de coworking, dejamos un poco de lado el resto de las áreas que se habían complejizado, porque el área pujante era la del Real State, que nos estaba empujando a que hagamos obra, mejoremos, expandamos, tratemos problemas como el sonido ambiente, las reglas de convivencia, hubo muchos temas que tuvimos que tratar con el regreso de la pandemia y la explosión de la demanda que hubo. Ahora que pudimos estabilizarnos,  estamos volviendo con los proyectos originales. 

¿Qué cambios se implementaron durante el 2022?

Marcos Buccellato: En el 2021, habíamos decidido entender un poco qué pasaba en Circular y la reflexión fue que lo mejor era preguntarle a la gente. Entonces decidimos implementar un estudio anual de calidad, donde una consultora nos audita y encuesta a los clientes sobre su experiencia en Circular, cuáles son los puntos de dolor y los puntos de mejora. El año pasado salieron algunos problemas específicos en la encuesta que tenían que ver con el ruido, la convivencia y la interacción entre la gente y los tipos de puestos de trabajo que querían. La mayoría quería luminosidad, espacio, verde, querían poder estar un poco más aislados y querían más salas de reunión. Entonces, proyectamos la pospandemia como un camino para atender esos problemas: construimos un área nueva con oficinas para dos y tres personas; más puestos libres; inauguramos una nueva sala de reuniones; estudiamos y probamos soluciones para la acustización del espacio, por ejemplo, compramos  materiales que absorbieran el sonido y que pudieran evitar que los ruidos de la gente que circula por el espacio moleste a los que están en los puestos de trabajo. También trabajamos sobre espacios para calls y breves encuentros, incorporando los sillones que están a lo largo de Circular. Había otra queja con la radiación solar, el calor. Al ser un lugar muy luminoso, el sol pegaba muy fuerte, entonces pusimos filtros térmicos de luz ultravioleta en todos los vidrios para aminorar el efecto perjudicial de los rayos del sol, el reflejo de la radiación y el calor. Eso produjo, por un lado, bienestar en quienes sufrían más por la ubicación de sus puestos de trabajo y al mismo tiempo, permitió ahorrar energía eléctrica, por el uso menos intensivo del aire acondicionado. Por otra parte, decidimos apostar a los productos más premium de ocupación del espacio, los puestos fijos, de los que sumamos 28 puestos más, armados con plantas naturales y mucha comodidad, de forma tal de que hubiera un diferencial muy grande con los puestos libres.

¿Esto lo ven como algo ya finalizado o están aún transitando ese camino?

Marcos Buccellato: Nuestra idea es permanecer en este camino que es mejorar los espacios, aunque sean productos un poquito más caros, pero que mejoren la experiencia general del coworking. Podríamos llenar esto de gente con escritorios por todos lados y probablemente económicamente sería lo más rentable, pero eso cambiaría el espíritu del espacio, entonces preferimos no masificar tanto, pese a que es inevitable porque la presión de la demanda es muy fuerte, pero tener espacios de mayor calidad.  Esto fue un poco la idea de desarrollo desde finales del 2021 y durante el 2022. Espero que los clientes lo hayan notado  y que les haya resultado satisfactorio.

¿Qué diferencia a Circular Cowork de la competencia?

Marcos Buccellato: Estamos convencidos de que el modelo de negocio sigue siendo que el Coworking sea complementario al resto de las áreas, que tiene que ofrecer algo más que simplemente un alquiler de espacios de oficina. Los principales players que trabajan en el área de Coworking entienden que su negocio es el Real Estate, nosotros pensamos que el Real Estate es el primer paso para algo más. No somos los únicos de lo pensamos, hay otros competidores que también tienen esto en la cabeza, y nosotros nos sentimos más identificados con ese grupo de competidores. Creemos que tenemos que desarrollar otras áreas y que el Cowork es un espacio de contacto entre diferentes experticias y ambientes. Pensamos el espacio como un lugar de contacto, Circular está ubicado en un centro comercial, eso lo conecta con el mundo del consumo y con el mundo de las empresas, además, estamos en un punto fronterizo entre barrios privados y urbanizaciones abiertas, por último, es un lugar que propone poner en contacto el mundo académico, de la universidad y de la ciencia, con el mundo de los negocios y de las artes. Esto es lo que estamos ahora tratando de construir. Por otro lado, tratamos de que los precios no se fueran más allá de la inflación del país, lamentablemente esto es algo que podemos hacer, pero con ciertos límites. Sabemos que la competencia tiene valores mayores, sabemos que por productos de menor calidad y menores servicios cobran más caro, pero nosotros entendimos que este año de pospandemia fue el momento de recuperación de nuestros clientes y no quisimos impactarlos tanto en la medida de lo posible. 

¿Cuáles son los proyectos que trazan estos puentes con la academia y la ciencia?

Marcos Buccellato: en primer lugar, decidimos volver con el área Academia, pero no solamente desde una perspectiva formativa, sino también de experimentación con nuevas tecnologías. Así nació el FabLAB de Circular, un espacio de experimentación, prototipado y fabricación utilizando tecnologías como la impresión 3D, routers CNC y cortadoras láser, que son métodos de fabricación aditiva, métodos innovadores que permiten desarrollar productos muy específicos a medida, para prototipar ideas. A diferencia del desarrollo de software que tiene que ver con algo intangible, el FabLAB produce objetos físicos en el mundo y a nosotros nos gustaba esta idea, porque consideramos que es un buen camino para que empresas puedan plasmar ideas en concreto. Y esto no tiene que ver solamente con los negocios, también tiene que ver con nuevas formas de hacer arte, hay mucho diseño 3D e impresión y escultura 3D, hay mucho de construcción de piezas para obras de arte que se pueden hacer. En este contexto, nuestra idea es rearmar la Academia, con incubación de proyectos y relanzar el vínculo con las universidades y centros de formación. Estamos haciendo acuerdos con universidades para que los investigadores vengan a desarrollar sus proyectos acá. Estamos trabajando ahora en un acuerdo marco, con la Universidad de Tierra del Fuego para que cuando sus investigadores vengan a Buenos Aires, puedan tener un espacio de trabajo de laboratorio para desarrollar proyectos. La idea es que haya gente que esté trabajando en tecnología, que esté haciendo ciencia de base, que esté circulando por el espacio y que interactúe con el resto de las personas, que haya especialistas para que capaciten y formen tanto a personal de las empresas, como a los interesados en estos temas, como a los ingenieros que vengan a trabajar en estas nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, estamos tratando de generar un vínculo con las escuelas de la zona para que los docentes y los alumnos puedan formarse en este espacio y llevar estos saberes y estas prácticas a las aulas en cada una de las instituciones. Es un proyecto que no se centra solamente en lo formativo, sino en la interacción entre académicos, empresarios, hobbistas, y artistas. 

¿De qué manera se están repensando los proyectos de incubación y de arte?

Marcos Buccellato: la idea detrás de esto era un espacio donde una vez que se desarrolla una idea y el emprendedor necesita desarrollarlo y llevarlo al mercado, nosotros le daríamos la infraestructura y la consultoría necesaria para armar su empresa, llevarla adelante, hacer un pitch de negocios para obtener fondos. Estamos trabajando en otra área para complementar esto, sabiendo que tenemos por un lado el laboratorio para el desarrollo de proyectos, tenemos gente capacitada para asesorarlos en el área de de Ciencia y Tecnología, y al mismo tiempo tenemos especialistas en entrepreneurship y venture capital que pueden ayudarlos a obtener los fondos que necesitan para desarrollar una empresa. En paralelo, estamos empezando a hacer acuerdos para sumar artistas y gente que tenga propuestas artísticas, que sea un espacio donde también haya arte, donde se puedan desarrollar y mostrar distintas artes. 

La idea del proyecto es que cada una de estas ramas no sean espacios estancos, sino que interactúen, que dialoguen. La clave filosófica de Circular es lo híbrido y el diálogo entre las partes, es la construcción de algo que no existe y para eso no necesariamente hay que inventarlo de cero, sino que hay que combinar lo que ya existe de formas que antes no estaban combinadas. Este es nuestro objetivo, lograr no un proyecto concreto, sino generar y nutrir un ecosistema para que los proyectos nazcan.

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