Los jóvenes de 23 años cultivan una relación de amistad y trabajo desde su época escolar, y supieron capitalizarla con la concreción de varios proyectos. Entre ellos, destacan un servicio de catering de hamburguesas y la creación de Bookie, una innovadora aplicación móvil para el intercambio de libros. Actualmente desarrollan Wall.e Crops, un sistema de cultivo hidropónico como alternativa a los métodos tradicionales, que combinado con tecnología automatiza los procesos de crecimiento de las plantas. En esta entrevista conversamos sobre este emprendimiento innovador que se puso en marcha en Circular FabLab desde hace algunas semanas, con el objetivo de intervenir el cowork con las huertas verticales, modulares e inteligentes Wall.e especialmente diseñadas para habitar espacios de interior.
Máximo Geraci, Co-Founder de Wall.e Crops.
Mariano Gazul, Co-Founder de Wall.e Crops.
¿Cómo surge Wall.e Crops?
Máximo Geraci: Wall.e empezó en el 2020 como un proyecto de una materia de la Universidad de San Andrés que se llamaba “Ciudades inteligentes, ciudades sostenibles”. El objetivo del curso era crear soluciones sustentables a problemas reales para vecinos de un determinado barrio. En este caso, a nosotros nos había tocado la ciudad de Balvanera en CABA, investigando un poco resultó ser la ciudad con menos metros cuadrados verdes por habitante. Entonces, nuestro enfoque fue orientar una solución a ese problema para aumentar la cantidad de espacios verdes. Ahí surgió la pregunta acerca del ámbito de aplicación: en el espacio público o en el privado dentro de las casas. Entendiendo las dificultades de intervenir el primero, nos decidimos por los hogares con una propuesta funcional y no solamente decorativa. Por eso nos metimos en el mundo de la hidroponía y el cultivo de alimentos dentro de casa.
Mariano Gazul: Claro, en el curso surgió la pregunta sobre cómo llevar “el verde” a hogares que son departamentos con un espacio reducido con ambientes muy pequeños, también pensamos en cómo generar vegetación y comestibles. En ese momento creamos un sistema vertical que no ocupa metros en el suelo a partir de un render, solamente en el plano digital.
¿Cómo dieron el primer paso para llevar el proyecto a la práctica?
Máximo Geraci: En un primer momento todavía era un proyecto de la Universidad: habíamos diseñado la huerta hidropónica enfocada en un entorno hogareño, que sea eficiente. Cuando terminamos esa materia, pasó el verano y la pandemia fue mermando. Así que pensamos en juntarnos para evaluar si podíamos sacar adelante el proyecto. ¿Por qué no tratar de hacerlo realidad? En ese momento los integrantes éramos tres: Nano (Mariano), Iván y yo, así que arrancamos a armar el prototipo físico de Wall.e. Invertimos los últimos dos años en el desarrollo de producto y también en empezar a entender el mundo emprendedor, lo que significa y qué verticales existen dentro de un emprendimiento. Por eso entramos en diferentes procesos de incubación: uno dentro de la Universidad de San Andrés que se llama Startup Garage y salimos ganadores a principios de 2021. Estuvo bueno porque entendimos que vieron potencial en la propuesta y pudimos tener la experiencia de nuestra primera mentoría. Después entramos a otro proceso, Incubate de CABA, donde recibimos mentoreo por 6 meses y un Demo Day con una mesa de expertos. Todo eso nos fue dando experiencia en la creación de un emprendimiento y nos permitió trazar vínculos con diferentes actores de la industria.
Mariano Gazul: Además, en ese momento nos dimos cuenta que sin una impresora 3D no podíamos seguir traccionando, así que tuvimos que invertir en una y empezar a fabricar de a poco. El proceso de impresión comenzó siendo muy lento.
¿Podrían contarnos en detalle de qué se trata el producto que ofrecen?
Mariano Gazul: Hoy el producto está compuesto por dos tipos de paneles, el de abajo que es el panel central con una puerta que se abre, donde concentra el reservorio de agua y toda la electrónica, y el panel modular que es el que conserva las plantas. Entonces, el panel central tira el agua hacia arriba con una bomba, la misma circula y por gravedad va decantando para otra vez caer en el reservorio. Se trata de un sistema cerrado. Y estamos pensando mucho en la experiencia del usuario desde el momento en que recibe el producto, para que él mismo pueda armarlo e instalarlo en su casa. Le estamos dando mucha importancia a facilitar los procesos para que no se tenga que preocupar por conseguir herramientas o conseguir un tercero que haga el trabajo. El producto está automatizado, tiene ciclos de riego automáticos para que el agua circule. Lo mismo con la luz que simula el sol, se prenden durante el día y se apagan por la noche. Además, no ocupa lugar, sobresale unos 10 cm de la pared en total.
Máximo Geraci: Al estilo Nespresso, nosotros enviamos una caja con diferentes especies de plantas que van en los pods, y los nutrientes necesarios para cada una de ellas. Hoy manejamos plantas aromáticas, comestibles y decorativas. En este momento estamos haciendo pruebas con un tester que armamos para entender qué plantas se comportan mejor entre sí y encontrar una solución nutritiva que les pueda servir a todas. A nosotros nos lleva mucho trabajo mental y físico porque nos formamos en Diseño y no en una disciplina relacionada al agro. Nuestra formación hace foco en el impacto que tienen los diseños en el mundo. No involucra únicamente una disciplina y una herramienta, sino que tratamos de entender las problemáticas de las personas y a partir de ahí encontrar la mejor solución de manera estratégica.
Detalle de una huerta vertical Wall.e
¿El mantenimiento de las huertas también lo realiza el usuario?
Máximo Geraci: El mantenimiento es bastante sencillo. El sistema funciona con una solución nutritiva que se coloca en un tanque cerrado en el panel inferior. Cada un mes y medio se debe cambiar el agua (5 litros) del tanque para renovarla y una vez por mes o cada 15 días agregarle nutrientes.
Mariano Gazul: Si el usuario desea cambiar las plantas, nosotros le suministramos los plantines con el sustrato, que es donde germina y ayuda a conservar la mayor cantidad de agua en la raíz, para colocarlos ellos mismos en los pods.
¿De qué manera creen que Wall.e transforma el entorno y la vida de las personas?
Mariano Gazul: Cuando estábamos haciendo entrevistas en Balvanera para relevar información, me llamó la atención que una persona mayor nos dijo que ver verde en un espacio tan reducido y poco colorido como su casa lo hacía más feliz. Otro factor clave es que las plantas absorben mucho el sonido también y permiten disminuir una gran cantidad de sonido en el ambiente.
Máximo Geraci: Dentro de los beneficios que puede llegar a aportar, creemos que uno central es conectar con el origen de lo que comemos: entender cómo se produjo la comida que llevamos a nuestro plato. La hidroponía como método de cultivo no tiene agrotóxicos, a diferencia de los vegetales que se consiguen en una verdulería que tienen una cadena de suministro muy larga (camiones, nafta, plástico). Con este sistema lo único que hay que hacer es cortar con tijera lo que se va a consumir, ni siquiera hay que lavarlos porque no contienen tierra ni pesticidas.
¿Cuál es el valor agregado que ustedes proponen con respecto a otras propuestas que existen en el rubro?
Mariano Gazul: Haciendo benchmarking cuando nos sentamos a investigar a ver qué es lo que se estaba haciendo hoy en día, encontramos que por un lado están las granjas hidropónicas, que producen a un nivel masivo y por otro, los sistemas hidropónicos (con los que sí podemos competir) que son para interior y consumo personal. Una de las grandes diferencias que tenemos con estos últimos es el diseño, porque ofrecemos algo muy diferente a un producto hecho de caños de PVC y nuestro sistema es mucho más reducido que lo que otros ofrecen. Mucha gente quiere tener una huerta pero no sabe cómo cultivar o no tiene espacio. Al ser un sistema modular, en el caso de que algo se rompa no hace falta cambiar todo el producto, sino que únicamente se desarma y se cambia solo la parte que está rota, entonces se ahorra material, dinero y energía.
Máximo Geraci: En ese sentido, otra de las utilidades del sistema hidropónico es que se puede cultivar todo el año, a diferente la huerta tradicional que tiene ciclos específicos para la siembra y la cosecha. Con el sistema hidropónico se crea el ecosistema perfecto para que las plantas crezcan todo el año en interiores. A diferencia del sistema de cultivo convencional, la hidroponía consume hasta el 90% menos de agua porque es más precisa con la cantidad que necesita la planta. Con cultivos en tierra esto no pasa, ya que las plantas tienen que salir a buscar los nutrientes y el agua con sus raíces. Acá se concentran los nutrientes y la cantidad de agua exacta para que la planta no tenga que hacer tanto esfuerzo y consuma lo que necesita. Eso hace que también el ciclo de cultivo se acelere un 30% y sea más eficiente.
¿A qué tipos de mercados estará orientado el producto?
Máximo Geraci: Al principio, uno de los objetivos fue orientar la solución a restaurantes “de nicho” que quieran cultivar parte de sus vegetales ellos mismos para producir platos que tengan un valor agregado al tener alimentos de huertas hidropónicas, e incluso que las personas mismas puedan cosecharlas para brindar nuevas experiencias. Salimos a validar el mercado y encontramos que había interés.
Mariano Gazul: Estamos pensando en orientarlo a dos mercados diferentes, B2C y B2B, es decir, a consumidores particulares, por un lado y a empresas o instituciones, por el otro, para que puedan generar nuevas experiencias en sus espacios, e incluir flores o comestibles.
¿Cómo surgió la alianza con Circular Cowork?
Máximo Geraci: Tenemos un mentor, quien nos acompaña en el proyecto desde la Universidad, que se llama Sergio Postigo y fue quien nos hizo en nexo con Circular Cowork. Nos contó que estaba este espacio que tenía máquinas que nos podían servir para desarrollar el producto y nos pareció clave tener acceso a herramientas con las que no contábamos. Hasta entonces teníamos una sola impresora 3D y para producir un pod tardábamos 24 hs. Además, como vamos ajustando el diseño y cada modificación es una vuelta a la impresora necesitábamos agilidad para acelerar el proceso de iteración. Agendamos una reunión en Circular con Marcos Buccellato, el director de Circular, hicimos un recorrido y quedamos fascinados.
Mariano Gazul: Cada uno trabaja full time en otros trabajos, por ende nos juntábamos dos días a la semana fuera de hora y le dedicábamos a Wall.e. Vimos como una oportunidad poder encontrarnos más seguido en este espacio para conectar con el proyecto de otra manera y avanzar con mayor profundidad y velocidad.
¿Qué proyecto están gestando para este espacio?
Máximo Geraci: En este encuentro, Circular también vio la oportunidad de implementar Wall.e dentro del cowork, ya que uno de sus grandes objetivos es la satisfacción del cliente. Marcos nos comunicó que los coworkers valoran mucho las plantas dentro de su espacio de trabajo y que el mantenimiento de las mismas está siendo engorroso. Así pensamos la manera de que sea un win-win y aportar valor para ambas partes. En el roadmap del proyecto estimamos que la implementación será en el mes de agosto. Hace ya dos semanas que estamos acá instalados y muy cómodos. Ellos quieren permitirnos intervenir en el espacio. Y para nosotros es importante conocer el lugar para poder implementarlo de la mejor manera posible. Incluso llevar vegetales y aromáticas a la cocina para compartir con los coworkers.
Mariano Gazul: El objetivo de la alianza es poder terminar de pulir el producto e instalar algunos sistemas de Wall.e en la cocina, donde actualmente se encuentran los televisores. También como mencionamos, el beneficio de disminuir el ruido en el ambiente y poder separar las capas de sonido que hay en la cocina de la zona laboral.
